Contradicciones ticas, entre Estado de Bienestar y pago
de tributos. Parte I
Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista,
robertojg@racsa.co.cr
Seguramente no hay política pública que
genere más rechazo que el establecimiento o aumento de los impuestos. Recientemente hemos podido ver cómo la
extrema derecha, los sindicatos y la izquierda de forma casi que conjunta han
rechazado el plan fiscal del actual gobierno.
No obstante, siempre exigimos y pedimos más y mejores servicios del
Estado, en especial cuando apreciamos que el modelo económico que tenemos deja
espacios vacíos, ámbitos en donde el mercado y la iniciativa privada no operan.
Existen razones para estar en contra de
impuestos, algunas de ellas son:
a. Cada
quien ve sus intereses, la disminución de su ingreso disponible, lo asocia como
una pérdida de su bienestar, supuestamente el dinero entregado no tiene ningún
beneficio.
b. Hay
ineficiencia y en muchos casos exceso de burocracia, por lo cual algunos consideran,
que invertir en lo público es un gasto, sin beneficios.
c. La
ideología del Estado Mínimo ha calado más de lo que las personas creen. Personas que son fruto del Estado Social de
Derecho, que estuvieron en la escuela, colegio, universidad pública y que
vieron cómo con una alta participación del Estado en nuestra sociedad, el país
logro mejorar significativamente sus índices de desarrollo, hoy dan la espalda
y como ya están bien, ven en lo público como malo.
d. El
uso de recursos públicos para apoyar el sistema clientelar, que acentúa la
dependencia y la desigual lucha electoral por el poder político, hacen pensar
que al fin y al cabo los recursos adicionales que se les de al actual gobierno,
serán usados como misiles en su contra en el proceso electoral, con el fin de
manipular y hacer más dependiente a un grupo del electorado que ya perdió el
sentido de la política y lo que busca es aprovechar el momento electoral para
obtener, lo que en otras circunstancias no tendrían.
e. También
está la pereza para comprender los problemas, por lo cual lo que suene más
fácil y lógico a los intereses de las personas es lo que se apoya. Encontramos una gran pereza intelectual para
comprender fenómenos un poco complejos, se busca entonces las posiciones de
blanco o negro.
f. Era
más difícil engañar al campesino tico, cuestionador y con malicia indígena, que
a grupos completos de personas que incluso son profesionales, pero que no han
tenido una formación integral o al menos no les han enseñado a ser críticos.
g. Nos
hemos acostumbrado a ver solo lo malo, lo negativo y no buscar lo
positivo. Los medios de comunicación
tienen cuota de responsabilidad en la desesperanza colectiva en que se
encuentra el país.
Los aspectos indicados no dejan de ser
importantes y determinantes tanto para la posición sobre el plan fiscal, como
para cualquier iniciativa de desarrollo que se pretenda llevar a cabo en el
país. En el mismo sentido encontramos
posiciones extremas en temas ambientales y energéticos.
En
el caso de Costa Rica, la pérdida permanente de identidad nacional y un sistema
educativo por los suelos, junto con políticos que han hecho que se pierda la
confianza por actos reiterados de corrupción y beneficio propio, han desencantado,
llevando a que se pierda confianza en el sistema político.
Cuando
analizamos casos exitosos de países que han logrado de forma relevante cambios
en su patrón de desarrollo y que han tenido éxito, encontramos algunos aspectos
en común. En primera instancia son
países que se han visto ante graves problemas, guerras, hambrunas, ocupaciones,
estos procesos han influido en su identidad, es decir, las situaciones
difíciles han afianzado su identidad nacional, su visión conjunta de su
destino. Esta situación ha llevado a la
necesidad de lograr acuerdos nacionales, con una gran diversidad de grupos
sociales, políticos y económicos, sobre la hoja de ruta que en el largo plazo
aspiran para su país.
Es
de esta combinación de estos aspectos y otros más, que nos encontramos en una
situación crítica como Nación. Los
problemas económicos, la necesidad de competitividad y de políticas efectivas
para promover el desarrollo pasan a un segundo plano, pues el acuerdo social,
el camino que debemos seguir, no lo hemos discutido, menos acordad y por ello,
no tenemos la voluntad y el espíritu de trabajo que requiere el camino del
desarrollo. Sin duda, el principal
problema de Costa Rica es político institucional.
Las
soluciones que han tenido otros países, al no lograr consensos sociales, son
las dictaduras, los caudillismos y el dominio del poder en todos sus ámbitos
por ciertas elites. Ninguna de ellas
deja de estar sujeta a graves problemas, pérdida de democracia, derechos
humanos, entre otros son más costosos que los objetivos que pueden estar
siguiendo. Cada vez parece más difícil
tomar el camino costarricense, es vital encontrarlo, nuestro destino depende de
ello.
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