miércoles, 2 de abril de 2014

Una economía frágil y desigual

Una economía frágil y desigual

Página abierta

http://www.diarioextra.com/Dnew/noticiaDetalle/228051


El crecimiento desigual de sectores como el agropecuario ha llevado a que regiones del país que dependen de él vean disminuidas seriamente las oportunidades de empleo, agudizando el serio problema de pobreza y desigualdad entre los diferentes sectores sociales y regiones del país.
Martes 25 de Marzo del 2014
Por:
Por: Roberto Jiménez Gómez
El crecimiento económico de los últimos años ha sido moderado en la economía costarricense. Para el contexto internacional adverso visto de forma general, esas tasas de crecimiento son aceptables. Sin embargo, el ritmo de actividad económica ha sido en esos años muy negativo para ciertos sectores como el agropecuario, industria nacional y para el pequeño empresario turístico. Estos sectores han tenido una dinámica muy pobre, siendo las actividades que generan más valor agregado y empleo.

El crecimiento desigual de sectores como el agropecuario ha llevado a que regiones del país que dependen de él vean disminuidas seriamente las oportunidades de empleo, agudizando el serio problema de pobreza y desigualdad entre los diferentes sectores sociales y regiones del país.

En el plano macroeconómico se tienen dos problemas a los que los últimos gobiernos no han dado solución. El déficit fiscal ha llegado a niveles, incluyendo las pérdidas del Banco Central, cercanos o mayores al 6% del PIB. La deuda pública externa ha tenido un crecimiento elevado para financiar gasto corriente. El nuevo entorno internacional con alta deuda pública puede generar problemas adicionales en el gasto, al incrementarse el pago por intereses de la deuda.

El desempleo en los últimos años ha sido uno de los principales problemas del país. Tasas de desempleo cercanas al 10%, con tenues reducciones en los últimos meses, plantean un serio problema a la población económicamente activa, y son fuente de frustración y pérdida de oportunidades para los jóvenes, que no consiguen trabajo.

El modelo de crecimiento seguido hasta ahora por lo general ha mostrado buenos indicadores generales, no obstante, esconde una dramática realidad en la sociedad costarricense. Los frutos de ese crecimiento se quedan en una población muy reducida del Valle Central, mientras que las opciones de emprendimientos productivos o de trabajo son muy limitadas para la mayoría de la población costarricense.

Es por ello que, cuando se analiza los indicadores de pobreza de las regiones del país, encontramos que en la pobreza y pobreza extrema son significativamente más elevados que los del Valle Central, las mujeres muestran un fuerte rezago y desigualdad en diferentes ámbitos y el índice de desarrollo humano expresa esas distintas realidades de Costa Rica.

Esa dinámica de la economía del país, que ha sido promovida por más de 30 años, tiene como producto principal el hecho de que este país sea donde más ha crecido la desigualdad social, fruto de un modelo de crecimiento que ha preferido el crecer y favorecer ciertos sectores, en contraposición a crear condiciones para que, al lado de los sectores más dinámicos, puedan surgir nuevas actividades productivas nacionales, dinamizar los sectores tradicionales, promover las MIPYMES y tener mejores salarios en todos los sectores.

El déficit fiscal es un resultado que heredan de gobiernos que llegaron a administrar y no a gobernar, no han sido capaces de promover reformas fiscales progresivas, o bien han buscado la reactivación aumentando gastos corrientes, cuando el camino era hacer erogaciones en inversión.

Creciente desigualdad. Otro resultado de las administraciones anteriores es la creciente desigualdad social, el favorecer un modelo económico que es excluyente de la mayoría de los costarricenses. El coeficiente de Gini es un indicador evidente de esta situación, el país es la nación donde la desigualdad social más crece en América Latina, región en donde se tiene la peor distribución del ingreso del mundo.

La crisis de la producción nacional, el poco apoyo a las MIPYMES y a los emprendimientos productivos, en las regiones del país, es otro producto de administraciones que han preferido promover únicamente el crecimiento vía la promoción de inversión externa, sin integrar y articular conglomerados productivos que incentiven e integren la producción nacional.

Después de 30 años de los mismos, con resultados negativos evidentes que muestra la economía nacional, es necesario hacer un alto en el camino: de la desigualdad, déficit fiscal, falta de oportunidades empresariales y mal uso de los recursos públicos, se deben buscar alternativas de crecimiento económico con equidad, competitividad y sostenibilidad ambiental, para un progreso que nos beneficie a todos.

*Economista. martin.j.g.2010@gmail.com

Competitividad para un desarrollo equitativo

http://www.nacion.com/opinion/foros/Competitividad-desarrollo-equitativo_0_1405659426.html

POR ROBERTO JIMÉNEZ GÓMEZ 
La competitividad tiene diferentes implicaciones, dependiendo de su definición. Aquí partimos de que esta es el mejoramiento sostenido de la forma, las técnicas, tecnologías y procesos de cómo se llevan a cabo las actividades de producción de bienes y servicios con respecto a los competidores, que permiten mayor cantidad de producción, bienestar y calidad de vida de la población.
De acuerdo con las experiencias de países exitosos, para lograr una competitividad que lleve al desarrollo se requiere un esfuerzo nacional entre las políticas públicas del Gobierno, las universidades (prioridades de aplicación de la ciencia, tecnología e innovación) y del sector privado, cuyo fin debe dirigirse a innovar y aplicar nuevos desarrollos. Esto solo se logra con verdadera voluntad de las partes, en un esfuerzo articulado a través de un plan nacional de competitividad de alto alcance, donde el interés general y de largo plazo prevalezca.
Es fundamental, además, que la economía en especial los sectores más dinámicos y avanzados articulen encadenamientos productivos con otros sectores. Si esto no se da, se darán los resultados que lamentablemente hoy tiene Costa Rica: sectores y zonas dinámicas y prósperas y otras regiones pobres y estancadas. Para lograr esos encadenamientos se requiere de cambios importantes en las políticas vinculadas a micro-, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Brechas. Podemos y debemos aprender de las buenas prácticas de otros países para desarrollar acciones que, con la integración de centros de educación y capacitación (INA, universidades y colegios técnicos) y la participación activa del sector privado y estatal, puedan llevar a cabo programas y proyectos de encadenamientos fructíferos que den más empleo, conocimiento, desarrollo y valor agregado al país.
La innovación en todos los ámbitos debe de estimularse y desarrollarse. Las universidades públicas deben de tener muy presente las demandas de las Mipymes para apoyar y desarrollar capacidades de innovación que creen ventaja competitiva. La asignación de recursos para la innovación basados en proyectos y en logros concretos y medibles son parte del camino seguido por los países que han tenido éxito.
El país se ha abierto al comercio internacional sin mejorar la infraestructura de puertos, aeropuertos, carreteras, entre otros, esto plantea una desventaja competitiva para el productor nacional que no recibe exoneraciones y que ha visto cómo otros países, sí tienen mejores condiciones que el nuestro en esas áreas. Por ello, es tarea fundamental del país en los próximos años el cerrar la brecha de infraestructura, acciones y proyectos en diferentes ámbitos deben de realizarse.
Plan nacional. Las universidades públicas deben asumir el reto de la innovación para el desarrollo, acercarse más al sector productivo para que, en conjunto, con políticas públicas bien orientadas puedan lograr una mayor competitividad.
La clave de todos los países que han logrado mayor desarrollo ha sido la educación de alta calidad, en donde se cuenta con buenos sistemas educativos, padres responsables, educadores de calidad y los recursos suficientes para ello, son la base del éxito. Se tiene el reto de mejorar la educación en todos los niveles; para ello, tenemos mayores recursos asignados que otros países, y nuestros logros han sido mayores; sin embargo, hay tareas pendientes y todos somos responsables.

Una competitividad basada en el talento humano, la innovación y la concertación de todos los actores involucrados en un plan nacional de competitividad, pensando en el desarrollo a través de la eficiencia y la equidad son claves para orientar la visión futura de Costa Rica.

domingo, 9 de febrero de 2014


Por una competitividad sistémica, la necesidad de un Plan Nacional de Competitividad

Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista, martin.j.g.2010@gmail.com

Hay diferentes definiciones de competitividad, algunas de las cuales llevan por caminos totalmente distintos: La Organización Económica para el Comercio y el Desarrollo (OECD), define competitividad como: “El grado en que un país puede, bajo condiciones de libre mercado y justa competencia, producir bienes y servicios que pasan la prueba de los mercados internacionales y al mismo tiempo, mantiene o expanden los ingresos reales de la población en el largo plazo”

La competitividad ha sido usada en las agendas de política y en diversas propuestas.  Las diferentes definiciones que se pueden tener de ella y enfoques llevan a que unos lo vean como la necesaria para ciertas reformas y la visualicen como la gran escusa para eliminar garantías laborales y otros logros sociales, en cierto sentido buscan la competitividad espuria. 

Para otros, esa palabra por sí misma es mala, ya que lo ligan a baja en salarios, reformas neoclásicas y pérdida de sus condiciones laborales (espuria).  Aspiran mantener el estatus quo, no mejorar la productividad, no desarrollar acciones en el campo de la competitividad por que la misma palabra les genera rechazo por representar con concepto asociado para algunos, a la rentabilidad capitalista. Ambas percepciones han llevado a la inacción.

En el caso de Costa Rica es necesaria la aplicación del concepto de "competitividad sistémica", la cual parte de un fenómeno observado en numerosos países en desarrollo, que es la inexistencia o la insuficiencia del eficaz entorno empresarial, lo cual, puede impedir que el reajuste estructural que fomente el desarrollo productivo aun cuando la estabilización a nivel macroeconómica haya sido exitosa. Establece la competitividad sistémica diferentes ámbitos de acción que son atinentes a la realidad del país:

·         El tradicional  micro (eficiencia de las empresas).  Aquí hay tareas urgentes para las MIPYES, se requieren de políticas públicas proactivas y efectivas.

·         El meso (fomento tecnológico, formación profesional, desarrollo de infraestructura, fomento de exportaciones, políticas selectivas, fortalecimiento institucional). El fomento a las exportaciones ha mostrado insuficiencia, se requiere de los otros componentes: formación de alta calidad orientada a las áreas de demanda y la innovación y desarrollo para la empresa nacional. El desarrollo de la infraestructura es urgente y deben buscarse diversas formas de solución.

·         Macro (política cambiaria, política de competencia, fiscal, monetaria y comercial, con contexto político y jurídico estable).  Se ha avanzado, la sujeción de la política monetaria a las metas de inflación versus crecimiento es tema de discusión.  El ámbito fiscal requiere de modificaciones sustanciales, falta definición de la política cambiaria, la ubicación del tipo de cambio en la banda inferior, no es sostenible, en tanto se ubique en niveles intermedios de las bandas, se logrará mayor competitividad, aún así queda pendiente la definición del camino a seguir.

·         Nivel meta (valores socioculturales, gobernabilidad, capacidad para formular visiones y proyectos estratégicos, cohesión social, todo lo cual define patrones de organización social, económica y política).  Pensar a largo plazo, nos hace falta y actuar en consonancia, para ello, se requieren de acuerdos nacionales multisectores y de partidos, para definir una estrategia de desarrollo de mediano y largo plazo, lo político es nuestro principal lastre, después de las elecciones 2014 es necesario dialogar y acordar.

Sin duda en Costa Rica, el gran ausente es un Plan Nacional de Competitividad, elaborado con la participación de los actores relacionados, su compromiso de trabajo y la ejecución de acciones en la búsqueda de la competitividad de largo plazo.  Un plan que integre las instituciones, sectores, organizaciones y aspiraciones, es el instrumento para que el talento humano, el buen uso de los recursos naturales, el desarrollo empresarial nacional, puedan ser los medios para  el mejoramiento y bienestar con equidad y sostenibilidad ambiental para el país a largo plazo.  Para ello se requiere visión, empeño y liderazgo, sin duda los cambios podrían traer nueva energía y claridad de políticas públicas.

sábado, 8 de febrero de 2014

Volviendo al camino del desarrollo costarricense
Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista

El proceso electoral ha marcado para bien, cambios relevantes en la vida política y social de Costa Rica.  Hay un rompimiento con los partidos históricos, existe mayor capacidad analítica, las redes sociales juegan un papel relevante, la publicidad estúpida es un bumerán.  Los debates tuvieron relevancia en la elección, pero ante todo, la sociedad costarricense ha mostrado, el deseo de retomar el camino histórico de un país que quiere construirse a sí mismo orientado por la paz social, las oportunidades y la justicia social, en donde lo público y lo privado tienen cabida para construir progreso con equidad.

Los descalificativos y propuestas extremas no corresponden a esa concepción implícita que la mayoría de costarricenses tiene.  Sin embargo, la desigualdad social, la corrupción y la falta de oportunidades productivas para la mayoría, crearon la semilla de la disconformidad y la necesidad de cambio.

La Costa Rica necesaria, que debemos aspirar a tener, debe basarse en los cimientos que grandes costarricenses y luchadores sociales nos han marcado: Una sociedad pluralista, que respeta las diferencias.  Una economía al servicio del ser humano.  Un Estado fuerte y estratégico, no necesariamente grande, pero sí capaz de cumplir un papel esencial encrear condiciones para el desarrollo.  Un sector privado dinámico, emprendedor y competitivo.  Políticas públicas proactivas para promover la competitividad, la creación de oportunidades a los que lo requieren, en especial el joven, la mujer, el microempresario y el adulto mayor.  Procesos productivos y de consumo sostenibles, para mostrar al mundo que de verdad somos un país ecológico y digno de imitar.  Un mercado como siervo no como amo.

Estas y otras orientaciones corresponden a la Costa Rica que pudo pasar de un país descalzo y pobre a una sociedad de oportunidades y de creciente clase media, entre la década de 1940 y 1980.  Por cerca de tres décadas nos han alejado de ese país de esperanza y de asenso social que fuimos.  
El horizonte nos plantea la posibilidad de volver a retomar y de construir esa nueva Costa Rica del siglo XXI, inspirados en la visión de grandes costarricenses, sigamos los buenos ejemplos, retomemos la esencia del ser costarricense que la historia nos muestra.Enseñemos a pescar, no demos limosnas y no esperemos que el vaso este lleno para que los pobres reciban el derrame…
Hagamos el cambio para construir y dar esperanza, para crear una sociedad de oportunidades para todos, volvamos a pensar que la educación, el trabajo, elempeño y la iniciativa de emprendedores y pequeños empresarios creativos, con el apoyo de políticas públicas, nos permitan progreso con equidad.  Se debe tener una economía al servicio del ser humano, en especial para quienes menos tienen.

martes, 16 de julio de 2013


El reto del desarrollo eléctrico y competitividad

Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista, martin.j.g.2010@gmail.com

Costa Rica cuenta con un sistema eléctrico con 99.3% de cobertura, dando opciones de desarrollo en todo el territorio y más del 91% de la generación realizada con fuentes renovables, que evita aumentos en las tarifas por las oscilaciones de los precios del petróleo y el uso de divisas para importar hidrocarburos, evitando generar emisiones de gases efecto invernadero, causantes del cambio climático.

Parte de la estrategia de desarrollo eléctrico se ha basado en fuentes renovables de energía, es un gran acierto, su continuidad constituye un reto para el desarrollo futuro.  ¿Por qué?

a.    El cambio climático afectará el potencial de generación y la disposición en el tiempo de los recursos y aumentará la demanda en ciertas horas.

b.    La normativa ambiental es amplia, compleja y contradictoria, lo que dificulta promover proyectos con renovables.

c.    Los costarricenses tenemos una doble moral, queremos proteger el ambiente, pero exigimos la electricidad, sin pensar en su costo directo y sobre el ambiente.  Además no hacemos un uso racional de la energía.

d.    Más del 40% del potencial de generación hidroeléctrico se encuentra confinado en Territorios Indígenas, limitando seriamente el potencial desarrollo.

e.    En general los embalses de regulación, los que deben tener prioridad, son atacados por ambientalistas y otros grupos y su costo por características geológicas, ambientales y de diseño son mayores.

f.     Para poder ir incorporando fuentes renovables no convencionales (que son aún significativamente más costosas, con la excepción de la eólica) se requiere de energía firme; que esté disponible cuando el viento, el agua (plantas de filo de agua) y el sol no están disponibles.  Si eso no se da, las renovables nuevas no podrán dar su aporte.  Tener plantas con energía firme disponibles significa un mayor costo,  con la excepción de la geotermia.

g.    Los costos de inversión son altos en las renovables, ante la necesidad de duplicar el sistema en 12 años, la carga financiera tiende a ser mayor en plazos más cortos, afectando las tarifas. Ello pese a que sus costos de operación son más bajos.

El país ha estado acostumbrado a tirar la bola hacia adelante, eso ocurrió en años atrás con las tarifas eléctricas. Por ello, en años recientes los ajustes han sido mayores a la tasa de inflación del período (pasamos de inflación mayores de 10% a cerca de 6%), pero apenas el sector eléctrico ha podido recuperar, la capacidad de invertir, para duplicar el sistema en cerca de 12 años, un verdadero reto nacional, al cual tanto el sector privado y público pueden y deben aportar.

Analicemos brevemente la ventaja comparativa, la cual se da por las dotaciones de recursos con que cuenta un país, pese a que tenemos una razonable dotación, hay países con los cuales se comparan los costos de la generación eléctrica que tiene mayores ventajas, veamos:

1.    No se cuenta con gas y petróleo nacional para generar electricidad (al contrario debe pagar impuestos que en otros lugares no pagan),

2.    Sus cuencas hidrográficas son más pequeñas y con avenidas máximas que hacen necesario invertir más en infraestructura para obras de excedencia en los proyectos hidroeléctricos. 

3.    La alta precipitación en ciertas zonas del país,  donde están cerca del 75% del potencial de generación hidroeléctrica, es limitado porque ha se ha restringido ambientalmente las áreas. 

4.    Interesantes desarrollos geotérmicos, energía muy valiosa, que tiene actualmente el 8% de la capacidad instalada del país pero genera cerca del 14% de la electricidad, no se pueden realizar por que se encuentran cerca de los volcanes en parques nacionales.

Los costos de la electricidad en una alta proporción lo determina la ventaja comparativa (no la competitiva), no podemos comparar los costos de la electricidad de Costa Rica con otros países que tienen con facilidad en su territorio: gas, petróleo, ríos caudalosos y grandes, junto con una legislación ambiental pobre y permisiva.

El modelo de país que debemos aspirar, de forma implícita por la legislación ambiental y el modelo solidario que el país tiene, no se basa en competir con base en costos.  A Costa Rica no vienen a invertir en la mayoría de casos, por sus costos bajos, si no por la calidad de su mano obra, la capacidad de su empresariado, la alta calidad de su servicio eléctrico, un entorno amigable, seguridad política y legal, entre otros. 

Hagamos el esfuerzo por ser más eficientes y eficaces, pero tengamos la visión objetivo de país bien clara, aspiremos a ser un país competitivo, no por regalar nuestras materias primas, la energía o la mano obra, si no por ser un país que apuesta a la excelencia en todos sus ámbitos.

 

martes, 2 de julio de 2013

Comparación de políticas de desarrollo: Irlanda, Corea del Sur, Finlandia y Costa Rica

Los invito a leer el artículo que me publican en la Revista Académica Rupturas, compara con las limitaciones del caso las políticas de desarrollo de varios países para obtener lecciones aprendidas para nuestro país, los invito cordialmente., ver el link abajo.

http://investiga.uned.ac.cr/rupturas/index.php/vol-3-num-1/95-comparacion-de-politicas-de-desarrollo

Comparación de políticas de  desarrollo: Irlanda, Corea del Sur, Finlandia y Costa Rica
 
RESUMEN ABSTRACT

El artículo compara, en ciertos aspectos, el desarrollo que ha tenido Finlandia, Corea del Sur e Irlanda con el de Costa Rica. Se parte de la situación existente en la década de 1960, se muestra las políticas aplicadas por cada país en el contexto de sus modelos y se establece la situación actual de estos países. Finalmente, se definen algunas lecciones aprendidas por las naciones, producto de los logros y retos planteados a raíz del desarrollo.

lunes, 22 de abril de 2013


La Concesión de la carretera a San Ramón
La concesión de obra pública es un instrumento de financiamiento que los Estados en diferentes países del mundo han utilizado para desarrollar las requeridas inversiones para de infraestructura económica para el desarrollo de los países.  En la medida en que los países han tenido un marco institucional transparente, capacidad de gestión de las organizaciones responsables de esa labor, independencia política, preponderancia de los aspectos técnicos y participación ciudadana, se han podido obtener mejores resultados.

Lamentablemente en muchos de nuestros países, como es el caso de Costa Rica, ese conjunto de requisitos necesarios no se han podido cumplir a cabalidad. 

La disminución de la capacidad del Estado a través del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) bajo la lógica del Estado Mínimo, llevo a que esa entidad que el pasado tuvo alta capacidad de hacer obras, se perdiera.  El desmantelamiento del MOPT ha llegado a tal punto, que no se es capaz de: definir términos de referencia razonables, a elaborar contratos razonables y para beneficio de la sociedad y a controlar y supervisar las obras contratadas bajo diferentes esquemas de financiamiento de forma correcta.

Es conveniente indicar lo siguiente:
a.    Para poder desarrollar obras públicas es fundamental fortalecer la capacidad de administración y ejecución del Estado por medio del MOPT. 
b.    La concesión de obra pública u contrataciones de empresas, es un medio para contar con la infraestructura vital para el desarrollo del país, sin embargo, se debe tener de forma urgente una mayor capacidad técnica para definir qué, cómo y cuando se quiere, así como para fiscalizar y evaluar la gestión, para el bien de la colectividad.
c.    Las tarifas de peajes deben definirse con base en un análisis Costo Beneficio riguroso y transparente.  Es absolutamente necesario realizar análisis de alternativas de solución, desde la realización de obras directamente, por contratación por fases con financiamiento de entes financieros nacionales o internacionales, hasta la posibilidad de concesiones.
d.    Se quiere llamar la atención que además de estimar costos y beneficios  de la mejor forma posible para establecer con criterios técnicos qué es una rentabilidad razonable, deben tomarse en cuenta criterios sociales y de competitividad para el país.  El definir tarifas como las indicadas en esa carretera afectan seriamente a una gran cantidad de comunidades y actividades socioeconómicas de gran relevancia para la vida de la región y del país.

En una concesión se deben considerar elementos vitales por parte de las autoridades, representantes del interés de la sociedad, aspectos cómo:
a.    Efectuar un riguroso análisis de alternativas.
b.    Un Análisis Costo Beneficio de la mejor alternativa.
c.    Es esencial lograr un fortalecimiento de la capacidad de gestión del MOPT.
d.    Deben prevalecer los criterios técnicos, la independencia de los órganos técnicos competentes en la definición de opciones,
e.    Las tasas de descuento y la rentabilidad que deben basarse en criterios técnicos, sin ser abusivas para la sociedad

Para el financiamiento por concesión si fuera demostrada como la mejor alternativa, requieren de procesos de dialogo, la participación constructiva de los ciudadanos para la búsqueda de las mejores soluciones para la sociedad costarricense.

El logro obtenido por la organización social en contra de la concesión de la carretera es un ejemplo de una ciudadanía activa, es un derecho estar en contra de, no obstante, es fundamental el seguimiento y la capacidad de proponer y construir, la Patria sigue y las necesidades de infraestructura son esenciales para el bienestar, la calidad de vida y el desarrollo.