sábado, 27 de agosto de 2011

Incongruencias ambientales en Costa Rica parte 2: los gobiernos


Incongruencias ambientales en Costa Rica parte 2: los gobiernos

Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista, robertojg@racsa.co.cr

Costa Rica ha desarrollado un marco jurídico, instancias de participación social y de derechos ciudadanos, que permiten usarlo para la protección ambiental.  Ese es un logro de varias generaciones de costarricenses.  El uso racional, responsable y el reconocimiento de éstos, por parte de diferentes entes tomadores de decisión, es fundamental para que el país pueda lograr ese desarrollo con sostenibilidad y equidad, al cual la mayoría aspiramos.

Los diferentes gobiernos en Costa Rica han puesto en sus planes de gobierno y objetivos nacionales el tema ambiental como lemas básicos de sus acciones.  No obstante, entre lo dicho y lo hecho por varias administraciones, hemos visto que hay una importante distancia.  Veamos algunas de ellas.

a.    Pese a que la base de la marca país en el ámbito turístico es la ecología se permite y se ha promovido desarrollos de grandes hoteles que no permiten sostener una imagen de país sostenible y ecológico.

b.    Los sectores productivos no cuentan con apoyo, normas y supervisión para que sus procesos productivos sean menos contaminantes.

c.    Se permite y promueve desarrollos de grande extensiones de monocultivos, como la piña, que han dañado regiones ecológicas completas de gran diversidad y con alta fragilidad.

d.    Se declara de interés nacional las minas de oro, siendo una actividad que tiene efectos ambientales significativos, por encima de la posición contraria de una región y del país en general.

e.    El 90% de las aguas servidas del área metropolitana no tienen tratamiento y van de forma directa a las quebradas y ríos.  No ha existido voluntad política para priorizar este aspecto y las personas únicamente piensan en el costo y no en internalizar la externalidad negativa que todos causamos.

f.     La cultura de compras verdes por parte del Estado está en pañales.  Se debe dar el ejemplo, todo proveedor debe ser sostenible ambiental y socialmente.

g.    Debe establecerse de forma amplia un programa de reciclaje de ciertos materiales de carácter nacional.

h.    Se ha abusado en el uso de los agroquímicos, teniendo el Estado un papel poco activo y dejando de lado la evaluación y supervisión, situación que daña aguas superficiales, acuíferos, la salud humana y de los ecosistemas.

i.      Se plantea la C neutralidad (emisiones netas de gases efecto invernadero de cero), cuando el sector transporte, culpable de más del 70% de las emisiones, no cuenta con planes, proyectos y acciones que lleven al menos a mitigar estas emisiones.  El sistema de transporte está capturado por los empresarios, mientras se le dan migajas al sistema ferroviario que vergonzosamente abanaron los gobiernos y que es esencial reactivar.

j.      El país no se interesa por una Ley de recursos hídricos, por el ordenamiento territorial y la gestión integral de cuencas.

k.    Hay una ausencia total de acciones para la adaptación al cambio climático, mostrando diferentes funcionarios y profesionales falta de conocimiento y de medidas para disminuir los efectos negativos posibles de este fenómeno.

La lista podría continuar para explicitar la falta de políticas públicas coherentes entre lo que pregonamos y lo que hacemos.  Pero de igual forma los ciudadanos y las organizaciones sociales tienen inconsistencias, vaguedades y ante todo falta de propuestas.

No cabe duda de que el capital social que Costa Rica ha logrado a partir del desarrollo de su capital humano, las instituciones y bases culturales y valores han permitido que no cualquier desarrollo o iniciativas que afecten el ambiente se lleven a cabo, ese es activo de nuestra sociedad.  Esto ha limitado iniciativas de los gobiernos en proyectos poco congruentes con sus proclamas en el campo ambiental.

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