martes, 16 de julio de 2013


El reto del desarrollo eléctrico y competitividad

Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista, martin.j.g.2010@gmail.com

Costa Rica cuenta con un sistema eléctrico con 99.3% de cobertura, dando opciones de desarrollo en todo el territorio y más del 91% de la generación realizada con fuentes renovables, que evita aumentos en las tarifas por las oscilaciones de los precios del petróleo y el uso de divisas para importar hidrocarburos, evitando generar emisiones de gases efecto invernadero, causantes del cambio climático.

Parte de la estrategia de desarrollo eléctrico se ha basado en fuentes renovables de energía, es un gran acierto, su continuidad constituye un reto para el desarrollo futuro.  ¿Por qué?

a.    El cambio climático afectará el potencial de generación y la disposición en el tiempo de los recursos y aumentará la demanda en ciertas horas.

b.    La normativa ambiental es amplia, compleja y contradictoria, lo que dificulta promover proyectos con renovables.

c.    Los costarricenses tenemos una doble moral, queremos proteger el ambiente, pero exigimos la electricidad, sin pensar en su costo directo y sobre el ambiente.  Además no hacemos un uso racional de la energía.

d.    Más del 40% del potencial de generación hidroeléctrico se encuentra confinado en Territorios Indígenas, limitando seriamente el potencial desarrollo.

e.    En general los embalses de regulación, los que deben tener prioridad, son atacados por ambientalistas y otros grupos y su costo por características geológicas, ambientales y de diseño son mayores.

f.     Para poder ir incorporando fuentes renovables no convencionales (que son aún significativamente más costosas, con la excepción de la eólica) se requiere de energía firme; que esté disponible cuando el viento, el agua (plantas de filo de agua) y el sol no están disponibles.  Si eso no se da, las renovables nuevas no podrán dar su aporte.  Tener plantas con energía firme disponibles significa un mayor costo,  con la excepción de la geotermia.

g.    Los costos de inversión son altos en las renovables, ante la necesidad de duplicar el sistema en 12 años, la carga financiera tiende a ser mayor en plazos más cortos, afectando las tarifas. Ello pese a que sus costos de operación son más bajos.

El país ha estado acostumbrado a tirar la bola hacia adelante, eso ocurrió en años atrás con las tarifas eléctricas. Por ello, en años recientes los ajustes han sido mayores a la tasa de inflación del período (pasamos de inflación mayores de 10% a cerca de 6%), pero apenas el sector eléctrico ha podido recuperar, la capacidad de invertir, para duplicar el sistema en cerca de 12 años, un verdadero reto nacional, al cual tanto el sector privado y público pueden y deben aportar.

Analicemos brevemente la ventaja comparativa, la cual se da por las dotaciones de recursos con que cuenta un país, pese a que tenemos una razonable dotación, hay países con los cuales se comparan los costos de la generación eléctrica que tiene mayores ventajas, veamos:

1.    No se cuenta con gas y petróleo nacional para generar electricidad (al contrario debe pagar impuestos que en otros lugares no pagan),

2.    Sus cuencas hidrográficas son más pequeñas y con avenidas máximas que hacen necesario invertir más en infraestructura para obras de excedencia en los proyectos hidroeléctricos. 

3.    La alta precipitación en ciertas zonas del país,  donde están cerca del 75% del potencial de generación hidroeléctrica, es limitado porque ha se ha restringido ambientalmente las áreas. 

4.    Interesantes desarrollos geotérmicos, energía muy valiosa, que tiene actualmente el 8% de la capacidad instalada del país pero genera cerca del 14% de la electricidad, no se pueden realizar por que se encuentran cerca de los volcanes en parques nacionales.

Los costos de la electricidad en una alta proporción lo determina la ventaja comparativa (no la competitiva), no podemos comparar los costos de la electricidad de Costa Rica con otros países que tienen con facilidad en su territorio: gas, petróleo, ríos caudalosos y grandes, junto con una legislación ambiental pobre y permisiva.

El modelo de país que debemos aspirar, de forma implícita por la legislación ambiental y el modelo solidario que el país tiene, no se basa en competir con base en costos.  A Costa Rica no vienen a invertir en la mayoría de casos, por sus costos bajos, si no por la calidad de su mano obra, la capacidad de su empresariado, la alta calidad de su servicio eléctrico, un entorno amigable, seguridad política y legal, entre otros. 

Hagamos el esfuerzo por ser más eficientes y eficaces, pero tengamos la visión objetivo de país bien clara, aspiremos a ser un país competitivo, no por regalar nuestras materias primas, la energía o la mano obra, si no por ser un país que apuesta a la excelencia en todos sus ámbitos.

 

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