viernes, 7 de octubre de 2011

Tributos, equidad distribuitiva y desarrollo

Tributos, equidad distribuitiva y desarrollo

Dr. Roberto Jiménez Gómez, economista, robertojg@racsa.co.cr

Hay dos formas cómo los países y diferentes posiciones ideológicas han visto la política hacendaria.  Para unos es un lastre el gasto público y el pago de impuestos.  Para otros ha sido un medio para buscar la equidad y el desarrollo.  En los países que han seguido el segundo camino se encuentran los países del norte de Europa (quienes tienen los mayores índices de desarrollo humano), en donde los ciudadanos y las empresas tienen una alta carga tributaria, pero en general lo hacen con gusto, pues han visto que esas erogaciones son una inversión para el bienestar de la colectividad, para crear un espacio común con condiciones para tener una buena vida individual y en sociedad.

Un aspecto que ha afectado a algunos países desarrollados ha sido la competencia que algunos países emergentes han creado para atraer las inversiones y producir bienes y servicios.  Esto es lo que Manuel Castells ha llamado competencia hacia abajo, es decir los procesos mediante los cuales las grandes empresas internacionales escogen dónde invierten dependiendo de las condiciones de preferencias fiscales, venta de energía barata, flexibilidad laboral, legislación ambiental suave, entre otros.  Los países por tanto se han visto obligados a competir entre sí dando cada vez más, para poder tener “el privilegio de que se establezcan dichas compañías”.

Los procesos de competencia hacia abajo han puesto en peligro el Estado de bienestar que muchos países europeos han creado por décadas y que son los responsables del alto índice de desarrollo humano.  Los favorecidos de esta competencia por ver quién da más beneficios, han sido las grandes empresas transnacionales y los países que tienen grados y aspiraciones de desarrollo menores, que los países en donde comúnmente se establecían estas empresas mundiales.  Hay algunos casos de países en donde con políticas públicas proactivas, con visión de largo plazo y teniendo en cuenta el interés de los países, han logrado obtener beneficios y lograr mayor desarrollo.

En la actualidad un aspecto de discusión en el marco de la reforma fiscal, dado el posible acuerdo del PLN y PAC  ha sido la propuesta de cobrar impuestos a las empresas ubicadas en las zonas francas.  Según lo indica el mismo ministro de Hacienda, los efectos de estos impuestos son poco relevantes para la actividad de zonas francas.  No obstante, algunos funcionarios y representantes de promotoras de la inversión extranjera en el país, muestran una férrea oposición.

Del caso irlandés que algunos ponían como ejemplo a seguir en el ámbito internacional, se extraen dos conclusiones.  El exceso de estímulos fiscales puede afectar la estabilidad económica y el crédito sin condiciones de regulación y precaución suficientes, pueden destruir lo que en décadas se ha construido.

En el caso de Costa Rica el mejor medio para mostrar a los potenciales inversionistas, las bondades de nuestro  país, no pasa únicamente por exoneraciones fiscales o por tener mano de obra barata.  La inversión extranjera debe cumplir una serie de requisitos para que sea agente promotor del desarrollo y no únicamente del crecimiento, algo que es sustancialmente distinto.  

Algunos instrumentos y visiones objetivo que debe buscar el país para competir en el entorno internacional están los siguientes:

a.      a. Estabilidad macroeconómica, equilibrios básicos que no generen sorpresas a los inversionistas, ante todo por la incertidumbre en la economía internacional, el riesgo país por estos aspectos de manejo económico, deben ser los menores posibles.  En ese sentido la fuente potencial de desequilibrios esta en el déficit fiscal, atacar este problema es una de las mejores formas de promover la inversión en Costa Rica.

b.      b. Un país con visión de futuro compartida, que aspira a un mejor destino, que construye infraestructura, mejora permanentemente la educación de su población, tiene un alto índice de desarrollo humano, mejora los indicadores de salud, ambientales y sociales, tiene mayores medios para competir 

c.     c. Se tiene y amplia una clase social de ingresos medios, que permite fortalecer un sistema democrático inclusivo y participativo, y un sistema económico con un mercado interno y externo dinámico. 

d.      d. Se tienen requisitos y procesos para el desarrollo de actividades empresariales claras, se pueden lograr con agilidad y de forma transparente.

e.        e. Existe un desarrollo de proveedores de alta calidad, basados en micro, pequeñas y medianas empresas que son una fuente de ventaja competitiva de las nuevas empresas internacionales que inviertan en el país y el país aumenta el valor agregado de su producción.  Esto debido a que el país fortalece, mejora y estimula el alto desempeño de estas organizaciones por medio de planes de corto y mediano plazo como parte de sus políticas públicas proactivas.

Para poder tener esos elementos como fuente de ventaja competitiva, se requiere de un Estado eficiente, eficaz y con recursos para llevar a cabo acciones para lograr esas ventajas.  Para ello se debe tener un plan de acción para mejorar la eficiencia del gasto, mediante evaluación tripartita (Estado, empresarios, sectores sociales) que permita lograr hacer más con lo mismo.  En esos aspectos todos estamos de acuerdo.

Pero igualmente se requieren recursos, un país no puede aspirar a tener infraestructura, servicios básicos de calidad, seguridad y alta capacidad de gestión pública para promover el desarrollado con cargas tributarias de menos de 14%, cerca de 18% si incluyen la seguridad social.  Para contar con infraestructura, educación de primera, alto desarrollo humano debemos tener una mayor carga tributaria.  Pero además es fundamental que el que más tiene pague más, la progresividad del gasto es un objetivo hacendario para darle sostenibilidad a la hacienda pública, pero además un requisito ético de la sociedad costarricense.

La mayor característica del crecimiento económico de Costa Rica de los últimos 25 años ha sido la creciente desigualdad social.  Un plan fiscal puede servir para tener estabilidad macroeconómica, mejorar la equidad y crear condiciones para sustentar una competitividad sistémica, basada en los factores sustanciales que hacen que un país a mediano plazo pueda ascender en las escaleras del desarrollo.  Al contrario pensar en miedos de que si no damos erogaciones de impuestos a las zonas francas se irán, es perpetuar el subdesarrollo y la inequidad, seamos competitivos con base en factores que nos llevan al desarrollo, no en paliativos que nos profundizan en el subdesarrollo.

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